De acuerdo al estudio realizado por el Journal of Food Science, la miel es el tercer producto más adulterado en el mundo.nnLa República Dominicana no es la excepción. Es común encontrar miel adulterada con jarabes de azúcar u otros aditivos.nnEste problema afecta tanto la calidad del producto como la confianza del consumidor y representa un desafío para los apicultores que se esfuerzan por mantener la pureza de su miel.nnEl director regional de los alimentos del Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (Oirsa), Raúl Peralta Girón, indicó que en el país las personas tienen mucha desconfianza de comprar miel porque creen que 'es falsificada' y sí es cierto que una gran cantidad de la miel que se comercializa en los supermercados 'no es 100 % original'.nnPeralta destacó que desde el Gobierno se deben crear políticas públicas para regular la venta de este néctar, asegurándose de que cumpla con los estándares de inocuidad. 'La adulteración en República Dominicana se realiza principalmente con melaza y azúcar para aumentar el volumen y venderla a un menor precio'.nn'El azúcar es más barata que la miel. Un kilo de azúcar cuesta el 25 % del valor de un kilo de miel, lo que representa un engaño al consumidor', indicó.nnEl 74 % de las mieles que se comercializan en la Unión Europea son adulteradas, según un estudio del 2022 de esta organización de países.nnMientras que Ricardo Caballero, presidente del Comité de Apicultura de la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD), señaló que el sector en la República Dominicana no tiene mayor impulso por la competencia desleal que existe.nn'Da pena ver mieles adulteradas en los grandes supermercados y que no tienen ni registro industrial ni sanitario, ni la certificación del Ministerio de Agricultura', enfatizó, a la vez que apuntó que el productor de miel no incurre en estas prácticas.nnCaballero hizo un llamado a las autoridades, especialmente al Instituto Nacional de Protección de los Derechos del Consumidor (Pro Consumidor), a realizar operativos para detener la comercialización de las miles adulteradas en el país, ya que son 'dañinas' para la salud. 'Los aapicultures somos garantes de una vida sana. La miel es vida', acotó.nnA esto agregó que desde el Estado, se deben impulsar campañas para que los consumidores identifiquen cuando una miel no es real, y así reforzar la confianza en el néctar de las abejas.nnFuente: diariolibre.com

